Parecía un día soleado y por la tarde a la hora de salir a pasear apareció una niebla densa; que aunque no haga el día tan luminoso como cuando hace sol pues también tiene su encanto.
La marea estaba subiendo y decidí meterme en el trozo de playa que se forma en la esquina del Hotel Chiqui y adentrarme un poco en las rocas para fotografiar el agua en movimiento avanzando sobre las rocas. Poniéndome de frente al agua a penas haciendo un par de fotos ya casi me alcanzaba la marea.
Al final me puse en una pequeña repisa de roca a realizar algunas tomas, aquí os presento una de ellas; donde la niebla hace que apenas se distinga el mar del cielo en la línea de horizonte. En el horizonte también se puede divisar la isla de Mouro.
La mayor sorpresa de la tarde me la llevé al terminar de hacer las fotos, cuando al levantarme del lugar donde me senté me di cuenta de que había estado sentado encima de un charco 😮
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