Se dice que en el pueblo de Triberg está el reloj de cuco más grande del mundo, sin embargo no está en el propio pueblo. El reloj de cuco de Schonach compite por ese puesto.
Estuve visitando el pueblo de Triberg en la Selva Negra, viendo relojes de cuco por todas partes. Tenía pendiente ver el que había leído que era el reloj de cuco más grande del mundo. Pregunté y me dijeron que no estaba en Triberg.
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La disputa por el reloj más grande
Después de indagar un poco me he dado cuenta de que hay dos relojes de cuco que se disputan este puesto. En primer lugar, el reloj de cuco de Eble Uhren-Park dice tener el record Guinness, pero creo que a día de hoy no lo tiene. En segundo lugar el reloj de cuco de Schonach, se hace menos publicidad, sin embargo es el que me indicaron de ir a ver cuando pregunté por el famoso reloj.
Aunque haya cierta parte turística en todo esto creo que merece la pena conocerlos ya que estamos en el lugar, son bonitos y curiosos de ver. El reloj de Eble Uhren-Park me pareció verlo desde la carretera llegando a Triberg pero no me llamó demasiado la atención, yo visité el reloj de Schonach.
Reloj de cuco de Schonach
Al parecer el reloj de cuco de Schonach ha sido el más grande del mundo hasta la construcción del reloj de Eble Uhren-Park. Me costó bastante encontrarlo porque está en un pequeño pueblo vecino de Triberg y no demasiado visible, finalmente mereció la pena haberlo encontrado.
El reloj de cuco es tan grande que parece una casa, aunque es el propio reloj. Fue construido por Josef Dold y su hija hace de guía. Al entrar se puede ver la enorme maquinaria de su interior de 3 metros de largo por 3 metros de ancho, se escucha el constante sonido de los engranajes funcionando.
En el jardin se puede ver el reloj propiamente dicho. Es una cabaña realmente bonita con un jardín verde y cuidado. Hay un leñador que se va moviendo con el propio reloj y se puede ver la noria de agua que hace funcionar el reloj en el lateral de la casa. El cuco sale cada media hora.
A la entrada se cobra una pequeña cantidad por verlo, es complicado verlo sin pagar porque el reloj está orientado al lado contrario del camino. Es una visita curiosa y merece la pena.
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