Un aspecto bien diferente nos presenta el Cantábrico en invierno si lo comparamos con lo que acostumbramos a ver en verano.
Con un mar mucho más ajetreado es con lo que nos encontramos, olas de buen tamaño que rompen junto al paseo marítimo y alcanzan la zona peatonal, no se sabe si ha llovido o ha roto una ola de buen tamaño. No siempre en la misma dirección, entre la Playa del Camello y la Primera Playa del Sardinero hay varias rocas que hacen ir a las olas en diversas direcciones y unas contra otras.
En esta fotografía se puede ver lo que trato de describir en palabras y el horizonte con una bonita combinación de nubes; tomada cubierto por mi abrigo, porque lo cierto es que si que llovía 🙂
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