He tenido unos meses algo complicados, con mucho trabajo y poco tiempo para el resto de cosas. Ahora he tenido dos semanas de vacaciones y he venido a Santander. Ya que estaba por aquí no me iba a perder la noche de fuegos artificiales de Santiago Apóstol. Esta vez cambié de ubicación y los ví desde la Playa del Camello en vez de verlos desde Mataleñas.
Este año la verdad es que me sorprendieron mucho los fuegos artificiales, fueron bastante largos, cerca de 20 minutos, había mucha variedad. Había algunos que nunca había visto. La verdad es que fueron realmente bonitos y el día fue un suerte, no llovió nada y hacía una noche muy agradable para pasear.
Por otra parte el emplazamiento que elegí para verlos estaba muy bien por tener en el encuadre los Jardines de Piquío. La verdad es que prácticamente desde cualquier sitio que los veas el encuadre es bonito.
Con la noche tan buena que hacía lo que de verdad apetecía era darse una vuelta por el paseo marítimo junto a la playa y ver la luna salir por el horizonte, y por supuesto tampoco podía faltar un helado para acompañar el paseo nocturno.
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