Como sabéis me gusta bastante ir a pasear de vez en cuando al Barrio Pesquero de Santander, esta vez fue una tarde de verano con el cielo cubierto y decidí probar cosas nuevas.

Fue una tarde de verano de esas con el cielo cubierto sin mucho colorido, era un buen momento para probar algo nuevo, dar un paseo pero con los ojos puestos en esos pequeños y curiosos detalles que se pueden ver de las embarcaciones, como por ejemplo este carrete de hilo perfectamente enrollado y preparado, situado en la popa de una pequeña embarcación.

O por ejemplo estos amarres con los cabos tan bien organizados en el casco de otro de los pesqueros. Como podéis ver esta vez decidí lanzarme un poco al Blanco y Negro, me pareció un buen día y los sujetos me parecieron apropiados.

Finalmente este otro amarre, con un aspecto y diferente al anterior y por otra parte más simple. La verdad es que estuve un buen rato, en otra ocasión os mostraré algunas más de las que hice.

Espero que os hayan gustado estos pequeños detalles del Barrio Pesquero de Santander con un poco de austeridad en el color 😉