Ya toca volver de Santander y empezar de nuevo la rutina. Lo que no quita que disfrute de un día en Segovia y un paseo junto al río en Revenga.
Fue un día caluroso aunque las cosas cambian al caminar siguiendo el río y oyendo el relajante sonido del agua al bajar por la ladera de la montaña.
Llevaba tiempo deseando hacer una fotografía del larga exposición en el río y había que aprovechar. De manera que saqué el trípode pequeño que llevo en la mochila y me senté a los pies de la caída de agua. Como se nota que estamos en verano, no bajaba demasiada agua y el pantano lo vi más vacío que nunca.
Me hubiera gustado que fuera primavera para conseguir un mejor contraste con los verdes de la primavera y el río.
Ya he roto con el agua salada de todo el verano, aunque volveremos de nuevo al norte para presentaros lo que me falta por enseñar del verano.
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