Hace poco estuve recorriendo los conocidos campos de Lavanda en el pueblo de Brihuega. En esta ocasión muestro la mejor parte del día, la puesta de sol entre los campos de lavanda de Brihuega.
Después de estar disfrutando la tarde entre las ordenadas hileras de plantas de lavanda se acercaba el atardecer y seguía recorriendo los caminos entre los campos de lavanda buscando las luces del atardecer.
En poco tiempo la situación cambiaba por completo. Poco a poco los colores de las plantas de lavanda se iban haciendo más llamativos. Los insectos de la polinización terminaban la jornada de trabajo dejando paso al concierto de grillos; bajaban las temperaturas, e iba llegando un intenso olor a lavanda con la suave brisa de la noche.
Quizás la parte más bonita de los campos de lavanda la descubrí cuando ya se había puesto el sol, al no haber estado anteriormente en el lugar no lo conocía. Estuve aprovechando hasta los últimos momentos de la puesta de sol entre los campos de lavanda de Brihuega.
El cielo estaba totalmente despejado, se empezaban a mostrar las estrellas fuera de la contaminación lumínica de los núcleos de población. Aproveché para intentar alguna fotografía nocturna iluminando las plantas de lavanda con la linterna.
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