Ya casi a finales de este verano, a principios del mes de septiembre, había indicios de que el calor nos abandonaba en Santander, sin embargo después de una semana de lluvias y tormentas volvía el buen tiempo con viento sur.
Como digo estábamos a principios de septiembre y tocó una semana de lluvia más o menos frecuente, en uno de esos días la lluvia vino acompañada de truenos y relámpagos, tuve la suerte de que me pilló en casa para poder aprovechar y poner la cámara a trabajar en la ventana para ver lo que conseguía captar.
No era de noche todavía, había una niebla muy espesa pero había todavía bastante luz. De unos 200 disparos más o menos llegué a lograr captar los dos rayos que hoy os muestro. Es cuestión de suerte, la tormenta tiene que pillarte con la cámara disponible y poder ponerla a la vez que este resguardada que no son sumergibles 😉
Espero que os hayan gustado estas dos imágenes. Seguiremos probando en próximas tormentas 🙂
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